Lamentablemente los monos en México son capturados por cazadores furtivos y su principal destino es ser mascotas, atracciones en restaurantes, ferias o espectáculos.
Una vez comprados son maltratados con frecuencia, mutilados, sufren quemaduras y en algunos casos, incluso son incitados a consumir drogas. Ambas especies de monos de encuentran catalogadas como especies en peligro de extinción por SEMARNAT.
Las crías de mono araña son las más demandadas por los compradores y por lo tanto, son el principal objetivo de los cazadores furtivos.
Pero desprenderlas de su madre no es un trabajo limpio… Los traficantes matan a la madre y a 2 o 3 integrantes del grupo por cada cría capturada y se estima que el 95% de los monos raptados, muere durante el proceso de extracción, traslado, comercialización o acopio.
Se cree que el mono aullador cuenta con menos de 1000 ejemplares viviendo en libertad, en todo el país.
Hoy, muchos son mascotas que sufren la falta de espacio, el aislamiento social y a la mala alimentación.